La Asociación Digua Perquilauquen es propietaria de una parcela de 10,0 has ubicada en el sector Unicaven. Esta propiedad fue donada a la anterior “Organización Provisional del Usuarios Sistema de Riego Digua Perquilauquen Fiscal” por el distinguido usuario don Francisco Jiménez Leiva, de palabra el año 1987 (como se usaba antes) y por escritura pública el año 1999 (como es necesario hoy).
Inicialmente se destinó a evaluar alternativas de cultivos tradicionales (maíz, maravilla, porotos, garbanzos, etc.), los que no prosperaron debido a las limitaciones de suelos del área: delgados, muy arcillosos con estrata impermeable (tosca) a poca profundidad. Estas mismas limitaciones, constituyen una ventaja para el desarrollo del cultivo de arroz, el que se desarrolla en condiciones de inundación permanente, desde hace más de 100 años, en el sector en que se ubica la parcela.
El año 1984, visito nuestra zona un profesional de la FAO, japones, Sr. Takamiya, con quien se analizó la demanda de agua en este cultivo. En Japón necesitaban menos de 10.000 m3/ha mientras nosotros mal gastábamos 25.000 m3/ha. Entre las diferencias de nuestro interés, estaban las perdidas por escurrimiento superficial al final de la siembra y la fecha en que se cortaba el suministro de agua al cultivo (a fines de marzo). Las primeras investigaciones locales en relación con lo anterior, fueron efectuadas por nuestro departamento técnico el año 1985, en el “Campamento 4”.
Este evidente mal manejo se reflejaba en grandes caudales en los cauces naturales (a niveles que se generó una tercera sección de riego en rio Perquilauquen), inundaciones de caminos y predios, un “lujo” que nos permitían las grandes disponibilidades hídricas de esos años y la menor superficie regada.
El escurrimiento superficial fue paulatinamente disminuyendo como consecuencia de la asignación individual de los derechos de agua, el aumento de las superficies regadas a nivel intrapredial y la comprobación científica de que la temperatura del agua era fundamental para mejores rendimientos.
Sin embargo, modificar la fecha del corte del agua, era un tema que atentaba contra la tradición del cultivo. Adicionalmente, no existían estudios técnicos al respecto en nuestro país. En términos referenciales, era viable cortar el agua al cultivo al menos un mes antes de lo acostumbrado, evitando el desagüe de las superficies inundadas previo a la cosecha (“calar”). Este inadecuado manejo representaba botar o desperdiciar más de 30.000.000 de m3 al año. (en esa época unas 12.000 has con 0,25 m de lámina de agua).
Priorizamos nuestra investigación en este aspecto del cultivo y después de 3 años concluimos que, en siembras normales, se podría cortar el suministro de agua a inicios de febrero. Como nadie es profeta en su tierra, solicitamos al INIA de Chillan que avalara nuestros resultados, en base a método científico. Apoyaron nuestra solicitud y después de tres años determinaron que a partir del momento de la floración (normalmente a fines de enero-inicios de febrero) no es necesario aportar agua al cultivo, terminando su proceso de maduración con el agua retenida en los cuadros.
RESULTADOS INVESTIGACION INIA CORTE AGUA ARROZ


Como todo cambio importante, la medida de suspender un mes antes el abastecimiento de agua para al cultivo, era muy resistida por los regantes, quienes suponían que se afectarían los rendimientos y resultados económicos del cultivo (grano vano, “chupado”, calidad industrial, etc.).
La temporada de riego 1998-1999, las más seca desde los inicios del sistema Digua (1968), con un déficit de lluvias de un 60%, fue el momento propicio para implementar la medida de corte anticipado de agua. Se explico el tema en la Asamblea de Usuarios, con dos alternativas: a) se sembraba una superficie de un 40% de lo normal, con corte agua a mediados de marzo o b) una superficie de un 60%, con corte de agua a mediados de febrero. Se aprobó la segunda alternativa.
Desde esa época se aplica el corte de agua para arroz a mediados de febrero de cada año, medida que ha representado un ahorro anual equivalente a 1,4 veces el embalse Tutuven de Cauquenes o el 50% del embalse Bullileo de Parral y ha permitido el aumento de la superficie regada en más de 3.000 has.
En agosto del 2011 el terreno se entregó en comodato a INIA para el desarrollo de su programa de variedades. Desde el año 2021, mediante convenio, se entregó la parcela para desarrollar diversas investigaciones en el cultivo de arroz, efectuadas por INIA y arrocera TUCAPEL.


La importancia de esta investigación se fundamenta en que actualmente el sistema Digua riega unas 17.000 has. de arroz, equivalentes al 77% de la superficie total regada (encuesta 2021). En la actualidad, esta cifra corresponde al 70% de la superficie de arroz cultivada en el país.
Como dato histórico y anecdótico adicional, considerando que toda esta investigación se efectuó inicialmente con recursos propios, con un gran esfuerzo de técnicos y celadores (en forma voluntaria, fuera del horario habitual, con la camiseta OURD puesta, más allá de su obligación contractual, impensable en el día de hoy) y a la luz del enorme beneficio que implico para todo el sistema, el Directorio de la época acordó regalar anualmente 20 kg. de arroz a cada funcionario de la Asociación.